Nerín se encuentra extendido por las pendientes de la orilla izquierda del río Aso, a 1281 m de altitud, y muestra una destacable homogeneidad arquitectónica en un paisaje de terrazas, que se encuentran tapadas por la maleza. Hace unas décadas eran tierras productoras de trigo y pastos.
Cuenta con una iglesia parroquial románica del S/XII, dedicada a San Andrés y la ermita románica de Sta. María.
La iglesia es un bonito templo. Ha sufrido modificaciones a lo largo de la historia. Recientemente se ha restaurado el tejado y las paredes de la torre. Falta restaurar el resto del templo y sería interesante retirar el revoco del interior para dejar la piedra vista. Igualmente se puede mejorar el acceso al ábside para poder apreciar una de las partes más bonitas de la iglesia.
La ermita de Sta. María se encuentra en lo alto del pueblo, en estado semiruinoso. Recientemente se ha restaurado parte de ella, pero falta el tejado. Las vistas desde este lugar, son magníficas.
Nerín es punto de partida para visitar los elevados acantilados de la vertiente oeste del Cañón de Añisclo y las numerosas cavidades y dolinas que horadan el Mondoto.
Nerín contaba con 16 casas hacia 1850 y 20 en 1930.
Hoy la relación de casas es la siguiente.
Albergue Anisclo, Casa Buesa, Casa Buisan, Casa Carroy, Casa Carrue, Casa Catalanes, Casa Chuan, Casa Clara, Casa Clemente, Casa Escuain, Casa Ferran, Casa Francisco, Casa Galicia, Casa Gloria, Casa Gracia, Casa Ignacio, Casa Isabel, Casa Javier, Casa Jose, Casa Marcial, Casa Maria Rosa, Casa Miguelangel, Casa Ortiz, Casa Palacio, Casa Pelay, Casa Rafel de Abajo, Casa Rafel de las Eras y Casa Vital
El pueblo hoy vive del turismo y dispone de un hotel, una pensión, dos albergues y viviendas de turismo rural.
Fiestas patronales: 15 de agosto y San Andrés, el 30 de noviembre.